Este fin de semana el fútbol le dio la despedida a uno de los más grandes, a un histórico, a ese hombre que hizo realidad eso que hoy luce imposible, hacer campeón en 2 ocasiones al Puebla de la franja, Don Manuel Lapuente.
Este sábado retumbó con la triste noticia del fallecimiento del director técnico a los 81 años y es imposible no recordarlo con nostalgia. Poblano de nacimiento y de corazón Manolo se encumbró como uno de los directores técnicos mexicanos más ganadores, conquistando 5 títulos de primera división.
El estratega era capaz de hacer de sus equipos máquinas destinadas a la gloria, forjando así leyendas que marcaron momentos inolvidables en el balón pie mexicano, haciendo suya la década de los 90 con los Rayos del Necaxa en las temporadas 94-95 y 95-96 y claro con la Franja en la 89-90 y unos años antes en la 82-83, equipos que hoy lucen muy lejos de esa historia.
Además regresó a su lugar al llamado más grande, conquistando el torneo verano 2002 con las águilas del América.
Y aunque navegó por distintos lares, llegando al mando de la selección mexicana el lazo de Manuel Lapuente con el Puebla siempre fue más fuerte, jugador, técnico y enamorado de estos colores, Lapuente se entregaba a su gente así como la afición siempre lo acogió con cariño y respeto, porque el estratega de la boina tiene un lugar inmortal en este club.
Hoy la gente pide que se bautice al Cuauhtémoc con el nombre del director técnico y aunque esto se mantiene en incertidumbre la realidad es que hoy Manel Lapuente forma parte de esos ángeles que le ha dado historia a este estado y al fútbol, vuela alto Manolo.