Barranca deja afectaciones en diez casas de comunidad en Huaquechula

"Yo si me requete espante, a lo mejor mis muchachos no, pero yo si me espante mucho, cuando ellos me hablaron yo estaba temblando de miedo y gritaba yo de miedo, porque el agua crecía y crecía bien grandota, por eso le digo, yo si me espante mucho".

Son las palabras de doña Eufrasia, quien el pasado sábado junto con su familia aguantaron los estragos de una fuerte barrancada que destruyó parte de su casa y hoy solo tratan de rescatar lo poco que queda debajo del lodo.

La tarde del sábado no volvería a ser la misma para don Ángel y su familia, al iniciar la tarde, alrededor de las 17:00 horas, no pensarían que una lluvia que caería en la junta auxiliar de Cacaloxuchitl perteneciente a Huaquechula, arrasaría con sus pertenencias, el agua se desbordó de la barranca de la orilla, creciendo a casi unos 70 centímetros de altura.

"Aquí estábamos, empezó a entrar el agua por la ya pues ya había llegado a la ventana y entonces nosotros le digo a mis muchachos empezamos a sacar nuestras cositas, cuando nosotros estábamos sacando nuestras cositas aventó las cosas, aventó la barda, antes no nos pego, si no hay nos mata la barda, nomas hasta por aquí cayó un cachote de barda".

En cuestión de minutos, camas, colchones, las motocicletas y automóviles que habían en el interior de la vivienda quedaron sepultadas, los animales de doña Eufrasia y de vecinos fueron arrastradas por la barranca sin saber cuántos perdieron.

"Yo ya venia para acá pero no logre entrar, me quede acá afuera, solo mirando como estaba saliendo el agua y yo le llamaba a mis esposa, oye tratan de subirse al segundo piso para que ellos ahora si estuvieran bien pero me decía que no se podía, también era acá, porque acá ya había derribado las bardas el agua y estaba un caos acá adentro".

La tristeza invade a la familia al voltear la mirada y ver su casa perdida, sin embargo con ayuda de vecinos, familiares y autoridades hoy poco a poco tratan de salir adelante buscando la manera de salvar las pocas pertenencias que les pudo dejar esta lluvia.

"Me siento triste pues con la pérdida que perdimos pues, pero como me platican mis muchachos las cosas materiales van y vienen pero gracias a Dios que nosotros estamos aquí".