Académicos de la UPAEP explicaron que el reciente aumento en la actividad solar forma parte del ciclo solar 25, un proceso natural que alcanza su punto máximo cada 11 años. Señalaron que las tormentas solares registradas en 2024 y 2025, aunque intensas, no representan un riesgo para la salud humana, pues el campo magnético de la Tierra actúa como protección.
El sol tiene una actividad que va de una actividad muy tenue a picos de actividad cada 11 años, dónde sus polos magnéticos se invierten y otros 11 años se vuelve a invertir. Mario López / Director del Departamento de Física UPAEP

Los especialistas indicaron que los efectos más relevantes pueden darse en satélites, telecomunicaciones, navegación GPS y, en casos extremos, en la red eléctrica. Aclararon que solo las tripulaciones de vuelos polares y astronautas reciben un nivel mayor de radiación, pero cuentan con protocolos de seguridad.
Finalmente, hicieron un llamado a evitar la desinformación y buscar fuentes científicas confiables, destacando que estos fenómenos son esperados y no representan una amenaza extraordinaria.