Martes por la mañana, amaneció el día bonito para salir en busca de una nueva aventura y para encontrarla no siempre nos tenemos que ir tan lejos, muy cerca de la ciudad tenemos varias joyas escondidas.
Hoy me encuentro en el ex convento de San Andrés Calpan, uno de los 3 conventos poblanos incluidos en la declaración de patrimonio cultural de la humanidad y vamos a conocerlo, este fue un convento franciscano el cual comenzó su construcción por allá de 1548 y sirvió para evangelizar a las poblaciones cercanas
Los religiosos Franciscanos llegaron a América en 1524 y 5 años después en 1529 se asentaron en Puebla, en la zona de Huejotzingo donde comenzaron a edificar templos con su peculiar arquitectura, sin embargo este día no corrimos con fortuna. La cabecera municipal es pequeña y aquí los mismos pobladores son los encargados de resguardar este importante monumento, déjenme decirles que a comparación de los templos hermanos, este tiene una peculiaridad.
El convento está constituido por 4 capillas posas las cuales están dedicadas a San Francisco, San Juan, San Miguel y la virgen María y su función era posar al altísimo en las procesiones que se hacían aquí adentro, recordemos que los conventos eran prácticamente pequeñas ciudades donde los religiosos hacían absolutamente todo, por lo que requerían bastante espacio y aunque hoy eso es parte de su historia, en el ex convento de Calpan se respira un ambiente de paz y calma, por lo que es un destino perfecto para descansar bajo la sombra de sus centenarios árboles, tomarse unas buenas fotos y sobre todo conocer más sobre la historia de nuestro estado.
San Andrés Calpan a poco más de 30 minutos de la capital poblana y aunque es conocido por ser una de las cunas del chile en nogada es mucho más que eso, Calpan es más gastronomía, es más cultura, es historia y sobre todo San Andrés Calpan es Puebla.