En cada historia que hemos compartido hemos visto cómo los sueños se convierten en realidad.
Pero hoy, vamos a contar una historia distinta, una que, aunque está en pausa, aún respira fuerza y esperanza.
"Nosotros lo que vendemos lo que son rosas eternas y arreglos como pues para regalar" dijo Lizeth Aguirre, una de las socias de Magic Surprise
Hace 6 meses, Liz y sus socias comenzaron el emprendimiento enfocado en la creación de detalles y regalos personalizados; desde el inicio, los pedidos llegaron más rápido de los esperado. Pero, con el paso del tiempo las cosas cambiaron?cada una tomó rumbos distintos.
"el hecho de elaborar el producto como tal, que lo que nos pedía cada cliente a veces si era un complicado entre que los horarios, el tiempo, que luego pues no se prestaba que las tres pudiéramos en el mismo día a lo mejor reunirnos" dijo Lizeth Aguirre, una de las socias de Magic Surprise
El negocio, aunque prometedor, requería tiempo, constancia y esfuerzo compartido; al no poder dedicarle lo necesario, decidieron ponerlo en pausa, sin embargo, algo quedó claro: la idea funcionaba y sus clientes seguían confiando en ellas.
"de hecho todavía está en stand by lo que es una junta para ver qué alternativas podemos tomar y de esta manera que el proyecto siga funcionando" dijo Lizeth Aguirre, una de las socias de Magic Surprise
Hoy, Liz quiere regresar a su emprendimiento, pero ahora lo ve diferente; sabe que no se trata solo de tener un buen producto, sino de estar verdaderamente comprometida con su proyecto.
"no desistan y si es algo que realmente les apasiona, fuera de lo económico si es algo que les apasiona que lo hagan al 100% y que no se dejen caer tan fácil, va a haber momentos en los que ya no quieras más, la disciplina, se persistente" dijo Lizeth Aguirre, una de las socias de Magic Surprise
Para Liz, el aprendizaje ha sido claro: un negocio necesita más que talento?se necesita compromiso, tiempo dedicación para hacerlo crecer y aunque esta historia aún no tiene un final feliz, está llena de promesas, porque cuando uno cree en su proyecto, siempre hay oportunidad de volver a empezar y hacerlo mejor.