La discusión sobre los videojuegos volvió a ponerse sobre la mesa luego de que se planteara un incremento de impuestos con el argumento de desincentivar su consumo.
Durante años, se ha señalado a los videojuegos violentos como posibles generadores de conductas agresivas; sin embargo especialistas aseguran que no existe evidencia científica concluyente que relacione directamente el uso de videojuegos con un aumento en la violencia social.
"no está probado que lleve a actos, actos violentos como a gran escala digamos como que también falta mucha investigación al respecto" dijo Arturo García, académico de la IBERO, Puebla
De acuerdo con la Asociación Estadounidense Psicológica, los estudios han mostrado que, aunque algunos jugadores pueden experimentar conductas impulsivas después de largas sesiones, no hay pruebas de que los videojuegos provoquen actos violentos en la vida real, teoría que corroboró Arturo García, coordinador de la licenciatura en diseño de Interacción y Animación de la Ibero, Puebla.
En contraste, existen beneficios reconocidos: los videojuegos favorecen la coordinación ojo-mano, la toma de decisiones rápidas, el trabajo en equipo en modalidades en línea y en muchos casos, la socialización.
"una herramienta de cambio, una herramienta para mejorar temas de aprendizaje, hacernos conscientes del medio ambiente, para tratar temas difíciles," dijo Arturo García, académico de la IBERO, Puebla
Según la investigadora Newzoo, México se ubica entre los 15 países que más consumen videojuegos en el mundo, con más de 66 millones de jugadores activos, lo que refleja que forman parte del entretenimiento cotidiano de niños, jóvenes y adultos.
Entre los puntos negativos se encuentra la adicción, que ya es considerada un trastorno por la Organización Mundial de la Salud.
"en la actualidad si hay un consumo excesivo tal vez de todos estos medios, no nada más de los videojuegos, entonces por ahí es como empezar a limitarlo" dijo Arturo García, académico de la IBERO, Puebla
Los videojuegos, más que un enemigo, forman parte de una industria cultural y de entretenimiento que sigue creciendo; y aunque el debate por los impuestos continúa, la discusión de fondo está en cómo lograr un consumo equilibrado.