La vida junto al río Atoyac

"Antes, hace casi 50 años hasta pescaba uno, el agua clarita, luego llegaron los 90 y se puso feo, todo café horrible, horrible" José Alfredo de la Rosa/ Vecino de Concepción Guadalupe

De esta manera es como pobladores de Concepción Guadalupe recuerdan el cristalino cauce del río Atoyac, con nostalgia y tristeza, pues ahora este arroyo se ha vuelto un vecino incómodo en tiempos de calor y terrorífico en tiempos de lluvia.

"Me siento bien pero por el río me da miedo en el tiempo que llueve, sobre todo ahorita" María de los Ángeles/ Vecina de Concepción Guadalupe

"El domingo aquí hubo un problema se llegó el agua, rebasó toda esta parte " Alejandro Pineda/ Vecino de Concepción Guadalupe

Vivir a lado de este gigante no es cosa fácil, es una moneda al aire, cada que una gota de lluvia cae se pone en juego la integridad, pues apenas unos cuantos metros separan a las casas del río, que aquí casi no tiene profundidad. Una reja, un muro y la virgen son los guardianes de estas orillas.

Pero la creciente no es el único problema, cuando la temperatura sube y el aire corre seco el olor que desprenden las aguas negras hacen imposible el respirar.

"Si huele, sí la verdad en tiempos de calor hasta todos sufren los de la orilla de que sí es un mal olor" José Alfredo de la Rosa/ Vecino de Concepción Guadalupe

Aunque algunos ya se han acostumbrado a esto.

"Pues sí, pero se aguanta uno, es más peligrosa el agua" María de los Ángeles/ Vecina de Concepción Guadalupe

Hace un año reporté que el Atoyac estaba matando a los habitantes de Tepetitla, Tlaxcala.

Por fortuna en Concepción Guadalupe los pobladores no han notado el mismo efecto.

"Yo que sepa lo que es de la naturaleza, enfermos, enfermos no" José Alfredo de la Rosa/ Vecino de Concepción Guadalupe

A pesar de los riesgos y los malos olores, si le pregunta a la gente, no pensaría en abandonar sus hogares aquí.

"No, yo me quedo" María de los Ángeles/ Vecina de Concepción Guadalupe