Como si se tratase de una escena apocalíptica el cielo literalmente se cayó la tarde noche de este 2 de junio en los municipios de Izúcar de Matamoros, Tepeojuma y Chignahuapan.
Las imágenes de los daños son desgarradoras, la cantidad de agua que trajo consigo la tormenta fue tal que el sistema de drenaje de Izúcar colapso causando que el nivel de agua alcanzara hasta el metro y medio en la comunidad de La Galarza, donde los habitantes no encontraron más refugio que las azoteas de las viviendas.
Aquí la Marina se hizo presente para poder salvaguardar a los vecinos que veían atónitos como el agua arrasaba con sus pertenencias, a la par protección civil estatal desplegó brigadas de rescate y se habilitaron refugios temporales. La colonia Cristo Rey podría declararse bajo el plan DN-III-E para recibir apoyo del ejército.
No muy lejos de ahí en el municipio de Tepeojuma, lo que por el día eran calles, en la noche se convirtieron en ríos que dejaron alrededor de 20 familias atrapadas también en las azoteas de sus viviendas, aquí en algunas zonas el agua alcanzó hasta los 2 metros de altura y la corriente arrastró con tal fuerza árboles, tinacos, tanques de gas y hasta vehículos.
El lado de la Sierra Norte tampoco se salvó de la tormenta, aquí la comunidad de Ajolotla, perteneciente a Chignahuapan fue la más afectada, entre 50 y 70 casas registraron daños debido a las inundaciones, además se reportaron vehículos desaparecidos, pérdida de documentos, muebles y animales de traspatio.
El ayuntamiento de Chignahuapan de igual forma habilitó el auditorio municipal como albergue temporal y anunció la contratación de maquinaria pesada para comenzar con la limpieza de las vialidades.
Por su parte el gobierno del estado ha comenzado con el censo de familias afectadas y la entrega de apoyos como despensas y láminas, mientras se continúa con el monitoreo de las condiciones.
¿La buena noticia? No hubo pérdidas humanas ni lesionados, ¿mala? Las lluvias continuarán en el estado.