La detención de Nazario N., ligado al Cártel Jalisco Nueva Generación como operador en Jalisco y Puebla, ha dejado al descubierto cómo el crimen organizado ha logrado escabullirse en diferentes sectores, como la política y los movimientos sindicales, pues en su doble vida Nazario presumía en redes sociales su cercanía con figuras políticas importantes, como el alcalde de Oriental Fidel Flores, y uno de los líderes sindicales más poderosos en el estado Leobardo Soto Martínez, de la CTM.
En este sentido, el papel que jugó en la Confederación de Trabajadores de México era de primer nivel, hasta ser detenido, fuentes han revelado que este sujeto funcionaba como brazo operador de Soto en los municipios de Oriental, Libres y Rafael Lara Grajales, donde conseguía obras para la CTM presionando a los ayuntamientos, además de que el líder sindical buscó hacerlo candidato a la presidencia municipal, sin tener éxito.
Su trabajo bilateral entre Puebla y Jalisco no fue exclusivamente con el crimen organizado, Nazario también fungía como el líder del Sindicato de Trabajadores en la Industria de la Construcción y Transporte de la CTM en el estado jalisciense.
La caída de este personaje ha agitado el avispero y ahora ayuntamientos, dependencias gubernamentales y la CTM buscarán la manera de lavarse las manos y deslindarse, como Pedro negó a Cristo, de Nazario, veremos quien sale mejor librado.