Puebla se ha convertido en territorio de alto riesgo para las bandas musicales, en lo que va del 2025, al menos 4 agrupaciones han sido víctimas de asaltos en carreteras del estado o al interior del mismo, sufriendo desde el robo de vehículos hasta la pérdida de instrumentos valuados en miles de pesos.
El más reciente ocurrió el 25 de junio, cuando la camioneta del Grupo Jalado fue robada en San Pedro Cholula; cámaras de seguridad captaron a 3 sujetos empujando y encendiendo la unidad en plena madrugada, más tarde fue localizada por la policía estatal en Totimehuacan, donde se cateó un domicilio y se detuvo al presunto responsable.
Días antes, la agrupación CumbiOsos MX, fue interceptada por dos camionetas mientras viajaban por la carretera Puebla - Perote, los asaltantes les quitaron sus celulares, cámaras y equipo técnico, además de agredir a una integrante que intentó usar su teléfono.
En abril, el equipo de Sonido Master también fue asaltado en la autopista México - Puebla y en mayo, Los Ángeles Azules sufrieron un robo en un falso retén; instrumentos valuados en más de 410 mil dólares fueron recuperados días después en San Martín Texmelucan.
Pero este tipo de incidentes no es nuevo, en 2019 Café Tacvba fue asaltado en la misma autopista; dos integrantes fueron golpeados y sus instrumentos fueron encontrados abandonados en campos de cultivo en Puebla; aunque fue hace años, refuerza un patrón que sigue vigente.
La constante en la mayoría de estos casos es la inseguridad en carretera, especialmente de noche; delincuentes aprovechan puntos vulnerables para emboscar a los músicos, que en su mayoría viajan con instrumentos costosos y podas medidas de protección, La respuesta de las autoridades ha sido mixta: algunos casos se resuelven, pero otros siguen impunes.
Esto ha generado una alerta permanente entre agrupaciones, desde las más reconocidas hasta las independientes.
Músicos exigen operativos, patrullajes y vigilancia en rutas como la México - Puebla, Perote, Cholula; por ahora los artistas siguen saliendo a tocar?pero también lo hacen con miedo.
En Puebla, tocar en vivo se ha vuelto un acto de riesgo.