Alrededor del mediodía, cerca de 800 supuestos artesanos provenientes del Estado de México, Veracruz, Tlaxcala y diferentes regiones de Puebla se manifestaron afuera del Ayuntamiento de Atlixco, con el objetivo de obtener un espacio para comercializar sus productos.
Sin embargo, la protesta se tornó violenta, ya que, según versiones, los manifestantes en realidad eran vendedores ambulantes que intentaban apropiarse de espacios en el zócalo del municipio, en contra de lo dispuesto por las autoridades, quienes señalaron que dichos lugares están destinados exclusivamente a artesanos y comerciantes locales.
La tensión aumentó cuando los inconformes comenzaron a agredir a elementos policiales que resguardaban el área, en redes sociales se denunciaron actos como el lanzamiento de piedras contra los uniformados, lo que generó un ambiente de caos y descontrol, incluso se habla del intento de incendiar vehículos.
Se presume que algunos de los manifestantes estarían vinculados con la vandalización de una tienda comercial en Tehuacán, donde también habrían buscado instalarse sin permiso.