Presentó Lupita Murguia senadora de la república una iniciativa para reformar diversas disposiciones de la Ley General de Educación, a fin de garantizar atención psicológica en las escuelas de nivel básico y medio superior.
El artículo cuarto constitucional establece como obligación del Estado el promover, garantizar, el derecho a la salud, y la Ley General de Salud nos define que por salud se entiende un estado completo de bienestar físico, mental y emocional, y no solamente la ausencia de una enfermedad.
Y tratándose de salud mental, el apoyo psicológico representa un papel fundamental para todas las personas, pero sobre todo para niñas, niños y adolescentes.
La Organización Mundial de la Salud refiere que este tema es prioritario y para eso se requieren acciones, políticas, leyes que protejan y promuevan la salud mental.
Sin embargo, actualmente la mayoría de las instituciones educativas, tanto públicas como privadas, no cuentan con personal psicológico que brinde apoyo a la salud mental de las niñas y los jóvenes.
Y resulta urgente atender a quienes atraviesan por problemas emocionales, de conducta, de "bullying", problemas de aprendizaje, de violencia, de maltrato o de adicciones.
Y, bueno, también el INEGI, en el 2022, refiere que el 58 por ciento de nuestros estudiantes de 12 a 17 años ha sufrido algún tipo de acoso escolar.
Resulta particularmente grave la información oficial del Sipinna, el Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, que en el 2020 declara que mil 150 niñas o jóvenes en México, pensaron, decidieron de alguna manera que el suicidio era una opción.
Y tristemente la violencia no es exclusiva de las escuelas. La escuela en todo caso es un reflejo de la violencia que viven en sus casas, en sus hogares o en el entorno social.
Aldeas Infantiles SOS refiere que al menos un millón de niñas y niños en México son y han sido víctimas de violencia intrafamiliar. Desafortunadamente, el estrés, la ansiedad, la depresión, el distanciamiento social, la violencia, pues la hemos venido normalizando, sin darle prevención, tratamiento y la importancia que merece, a pesar de que los problemas de salud mental son un verdadero reto de salud pública.