El cáncer de mama no avisa ni duele, pero sí se puede detectar a tiempo. Esa es la diferencia entre un tratamiento complejo y una recuperación con esperanza. Aunque octubre se tiñe de rosa para recordarlo, el mensaje debe permanecer todo el año: la detección oportuna puede salvar vidas. A diferencia de otros tipos de cáncer, el de mama no se origina por un virus o una causa única.
"Es una enfermedad multifactorial. Influyen la edad, las hormonas, la obesidad, el alcohol, el cigarro, la genética? pero también hay mujeres que no tienen ningún factor de riesgo y lo desarrollan", explica el cirujano mastólogo Guillermo Peralta.
Por eso, señala, la única manera de detectarlo a tiempo es la mastografía.
"Una lesión pequeña, detectada temprano, es curable en más del 95% de los casos. La mastografía ha demostrado reducir la mortalidad del cáncer en un 40% durante los últimos 40 años", destaca.
El especialista advierte que muchas mujeres llegan a consulta cuando el cáncer ya está avanzado, porque esperan a sentir dolor o notar una bolita.
"Desgraciadamente, el cáncer no duele la gran mayoría de las veces. Y muchas piensan: si no me duele, estoy bien. No es así. La idea es encontrarlo antes de que dé síntomas, cuando aún puede tratarse con procedimientos menos invasivos".
Otro obstáculo es el miedo. No tanto a la revisión, sino a lo que podrían encontrar.
"Algunas mujeres dicen: mejor no me hago estudios, no vaya a salir algo malo. Pero eso ya está ahí, te revises o no. Es mejor detectarlo a tiempo y enfrentarlo cuando aún tiene solución".
Peralta insiste en que no todos los casos requieren quimioterapia ni mastectomía. "No a todas se les cae el cabello ni se les quita la mama. Todo depende de la etapa y del tipo de cáncer. Hoy existen tratamientos personalizados y cirugías conservadoras que permiten mantener la mama y una buena calidad de vida".
El llamado es realizarse una mastografía una vez al año a partir de los 40 años y, en mujeres jóvenes, acudir al especialista desde los 25 para una valoración.
"El mensaje es simple, háganse su mastografía, aunque no sientan nada. No tengan miedo. Y busquen atención en centros especializados donde encuentren todo el acompañamiento que necesitan", concluye el doctor.