EE.UU. y China acuerdan reunión arancelaria el lunes en Londres
Estados Unidos y China han acordado reanudar las negociaciones comerciales el próximo lunes 9 de junio en Londres, en un intento por reducir las tensiones derivadas de su prolongada guerra arancelaria. Este avance se produce tras una inusual llamada telefónica de 90 minutos entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping, en la que ambos líderes acordaron promover visitas mutuas y reactivar las conversaciones a nivel técnico.
¿Qué se discutirá en Londres?
La reunión se centrará en resolver disputas clave relacionadas con:
- Aranceles bilaterales: Ambas naciones han impuesto gravámenes significativos a las exportaciones del otro, afectando sectores como el agroalimentario y la tecnología.
- Exportaciones tecnológicas: Estados Unidos ha intensificado las restricciones a las exportaciones chinas de tecnología y ha amenazado con retirar visados a estudiantes chinos. Sin embargo, Trump ha suavizado su postura, asegurando que estos estudiantes son bienvenidos.
- Minerales críticos: China domina el mercado de tierras raras, esenciales para la industria tecnológica y de defensa estadounidense. Las restricciones chinas en este sector han sido motivo de preocupación para Washington.
La delegación estadounidense estará encabezada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent; el secretario de Comercio, Howard Lutnick; y el representante comercial, Jamieson Greer. Aunque la composición exacta de la delegación china aún no se ha confirmado, se espera la participación de altos funcionarios de comercio e industria.
Contexto y expectativas
Este encuentro sigue a un acuerdo alcanzado en mayo en Ginebra, donde ambas partes decidieron reducir temporalmente los aranceles durante 90 días. Sin embargo, temas sensibles como el comercio de fentanilo, la situación de Taiwán y las preocupaciones estructurales sobre las prácticas económicas chinas permanecen sin resolver.
La reanudación de las negociaciones ha generado optimismo en los mercados financieros, aunque persiste la incertidumbre sobre si se logrará un acuerdo duradero. Los analistas coinciden en que el resultado de estas conversaciones podría tener un impacto significativo en la economía global y en las relaciones bilaterales entre las dos principales potencias económicas del mundo.
