A pesar del impulso del gobierno estatal para instalar sistemas de reconocimiento facial en los 640 establecimientos nocturnos del estado, persiste la resistencia entre empresarios del sector debido al alto costo inicial y los gastos de mantenimiento que implica esta medida. Representantes de restaurantes, bares y cantinas señalan que cada cámara requiere una inversión aproximada de 26 mil pesos, más un pago mensual de mil 600 pesos por almacenamiento en la "nube", lo que rebasa las proyecciones iniciales de las autoridades. Hasta abril, solo el 20 % de los negocios, es decir, alrededor de 80, habían logrado conectar sus equipos al C5, y aunque se espera llegar a más de 100 a finales de este año, la meta de cobertura total aún luce lejana.
La Asociación de Cantinas Tradicionales advierte que la inversión podría ser aún mayor para algunos negocios, calculando entre 50 mil y 80 mil pesos para contar no solo con cámaras biométricas, sino también con sistemas de lectura de placas, enlazados al Centro de Coordinación, CIAS. Algunos empresarios plantean como alternativa actualizar el software de cámaras ya instaladas para reducir gastos, aunque esto dependerá de la compatibilidad de sus equipos con la tecnología solicitada. Mientras tanto, las autoridades destacan los beneficios del sistema para prevenir delitos y detener a personas con órdenes de aprehensión, como ya ha ocurrido en casos recientes, pero reconocen que el reto será encontrar un equilibrio entre la inversión privada y la seguridad pública.