Ángela Gabriela Muñoz Téllez, de apenas 15 años, desapareció el pasado 1 de octubre de 2025 en Aguascalientes, después de presuntamente ser manipulada en redes sociales por un sujeto que le doblaba la edad. Días después, su cuerpo fue hallado calcinado dentro de un contenedor en Tequisquiapan, Querétaro.
La Fiscalía informó que el presunto responsable, un hombre de 33 años, el cual respondía al nombre de ??Miguel Ángel N??, se quitó la vida en el lugar de los hechos cuando iba a ser detenido y que la joven habría sido manipulada por redes sociales para viajar desde Aguascalientes a Querétaro. Sin embargo, la familia de Ángela rechaza esa versión y piden que las autoridades de ambos estados no se deslinden, pues asegura que le comentaron que ''su trabajo ya había concluido''.
Por su parte, colectivos feministas de Querétaro y Aguascalientes exigieron avances en la investigación y señalaron la falta de protocolos eficaces para la búsqueda de adolescentes desaparecidas.
A decir de activistas, el caso deja ver "una ausencia total de herramientas para navegar seguros en el entorno virtual", pues la mayoría de los jóvenes entre 12 y 19 años pasan gran parte de su tiempo en línea, sin que exista una formación sólida para reconocer situaciones de riesgo o proteger sus datos.
''Pensamos que el caso de Ángela tiene que invitarnos no a cuestionar a los papás, a los familiares y demás, más bien tiene que generar la apertura para que podamos estar hablando con nuestras hijas e hijos de los dispositivos electrónicos de las redes sociales desde temprana edad. Tiene que abrirse la conversación, así como se tiene que abrir el tema, por ejemplo, de la educación sexual. Entonces, es exactamente lo mismo. Van a terminar haciéndolo si no es como con permiso de los papás, a lo mejor a escondidas de los propios papás, si seguimos como en este sistema prohibicionista, que dice lo que hay que hacer es quitarles los celulares'', explicó Mayra Dávila, representante legal de Adax Digitales AC.