La comunidad inmigrante en Estados Unidos enfrenta un Día del Trabajo marcado por redadas y deportaciones masivas, una de las represiones más fuertes contra trabajadores indocumentados en décadas.
Entre enero y junio de 2025, el país perdió 750 mil trabajadores debido a una reducción histórica de la población inmigrante, según un informe del Pew Research Center.
Las operaciones migratorias han tenido un impacto directo en empresas de distintos tamaños y sectores. En Los Ángeles, un negocio de jardinería perdió a nueve empleados tras arrestos de autoridades federales, lo que obligó al dueño a cancelar contratos y ver reducidos sus ingresos. Situaciones similares se han registrado en varias partes del país.
En Omaha, Nebraska, la mitad de los trabajadores de una empacadora de carne fueron arrestados, lo que obligó a reducir la producción en un momento de alza de precios de la carne molida. En Lovington, Nuevo México, una redada en una granja lechera provocó el cierre temporal de la empresa, mientras que en Ottumwa, Iowa, 200 trabajadores de una planta empacadora perdieron su empleo por no contar con permisos de trabajo vigentes.
El impacto también se siente en el sur de Florida, donde un supermercado que atiende a la comunidad latina reportó una caída del 20 % en el tráfico de clientes y en las ventas. En Edison, Nueva Jersey, un importante centro de envíos permaneció cerrado durante varios días tras una redada y auditoría de las autoridades migratorias.
Sectores como el agrícola y la construcción también han sufrido las consecuencias. Entre marzo y julio de 2025, el empleo agrícola cayó en 155 mil trabajadores, de acuerdo con Economic Insights and Research Consulting. En la construcción, la falta de empleados ha generado preocupación entre los directores de asociaciones del sector.
Expertos advierten que la ofensiva contra los indocumentados podría afectar la economía del país de manera significativa. Se estima que, de mantenerse las deportaciones masivas, la reducción de la fuerza laboral podría generar un retroceso superior al 4 % del Producto Interno Bruto estadounidense.
La fuerza trabajadora inmigrante sigue siendo clave para la economía. Diversas industrias dependen de su labor en sectores como agricultura, construcción, servicios y comercio, lo que resalta la relevancia de su presencia en el mercado laboral.
Este Día del Trabajo deja en evidencia la tensión entre la política migratoria y la necesidad de mantener la actividad económica. La comunidad inmigrante, principal motor de varias industrias, enfrenta desafíos que podrían impactar no solo a quienes carecen de documentación, sino también al conjunto de la economía estadounidense.