Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) destruyeron este lunes la Torre Ghafri, considerado el rascacielos más alto de la Franja de Gaza, en medio de una nueva escalada de enfrentamientos con el movimiento islamista Hamás.
El edificio, de más de 40 pisos y ubicado en el corazón de Ciudad de Gaza, se desplomó tras varios bombardeos aéreos israelíes que, según testigos, fueron precedidos por disparos de advertencia. La torre albergaba oficinas, viviendas y comercios, y era uno de los símbolos arquitectónicos de la región.
Las autoridades gazatíes informaron que decenas de familias tuvieron que ser evacuadas de emergencia, aunque hasta el momento no hay un balance oficial de víctimas. Equipos de rescate buscan entre los escombros a posibles personas atrapadas.
El ejército israelí señaló en un comunicado que la Torre Ghafri era utilizada como "centro de mando y control" por Hamás, desde donde se coordinaban operaciones militares y se almacenaban equipos tecnológicos. "Israel continuará neutralizando las infraestructuras que sirven al terrorismo", advirtió el vocero militar.
Por su parte, el gobierno de Gaza rechazó las acusaciones y denunció el ataque como "un crimen de guerra que pretende borrar la memoria urbana y quebrar la moral de la población". Hamás prometió una respuesta "dolorosa" a la ofensiva israelí.
La comunidad internacional expresó preocupación por la escalada de violencia. Naciones Unidas hizo un llamado urgente a ambas partes a detener los ataques contra objetivos civiles y a retomar las negociaciones para evitar una catástrofe humanitaria mayor.
El derrumbe de la Torre Ghafri se suma a una serie de bombardeos israelíes en los últimos días contra edificios residenciales y oficinas en Gaza, en lo que se perfila como una de las ofensivas más intensas del año.