En Querétaro, la magia del pan de muerto se cocina con amor, inclusión y solidaridad. La cooperativa '' Pan Q Ayuda'' no solo endulza paladares, sino que también transforma vidas: aquí, personas con discapacidad, adultos mayores y mamás cabeza de familia encuentran un espacio de trabajo digno y lleno de propósito.

Su directora, Ana Yolanda, explica que su equipo de cuatro chefs y tres colaboradores con discapacidad produce a diario 600 panes de muerto, sin dejar de lado pasteles, bocadillos y lunch boxes.
"Hacemos el pan como lo hacían nuestros abuelitos, con anís, azahar y jugo de naranja. Cada pieza es un acto de amor y dedicación", comparte.
Pero ''Pan Q Ayuda'' no se queda en la cocina. También imparte talleres de desarrollo humano y prevención de adicciones, y gracias al voluntariado ?con participación de personas de México, Alemania, Japón, Suiza y Lituania? logra impactar a cientos de familias y estudiantes cada año.
María Josefina, voluntaria y pastelera, cuenta cómo la experiencia le permitió recuperar confianza tras una lesión. "Ver que personas con capacidades diferentes logran tanto me inspiró a seguir adelante. Aprendí que todos tenemos capacidad residual y podemos aportar desde donde estemos", comento.

Con el pan de muerto recién horneado, la cooperativa no solo endulza los altares y hogares queretanos, sino que también siembra valores de inclusión, respeto y trabajo en equipo. Ana Yolanda invita a la ciudadanía a apoyar esta iniciativa.
"Cuando compras con nosotros, no solo llevas calidad a tu mesa, también generas empleo para quienes más lo necesitan".
Un pan puede ser mucho más que un postre: es una herramienta para construir comunidad, dignidad y esperanza. Este año buscan producir hasta 20 mil piezas. Puedes realizar tus pedidos al número de WhatsApp: 442 281 21 59