El Servicio Sismológico Nacional (SSN) anunció este viernes que expandirá su red de monitoreo sísmico en México con la instalación de 40 nuevas estaciones, que se sumarán a las casi 100 con las que ya cuenta la institución.
La ampliación se enfocará principalmente en el norte del país, donde actualmente hay menor cobertura.
El titular del SSN, Arturo Iglesias Mendoza, explicó que el proyecto de expansión tendrá una duración aproximada de dos años y se financiará con recursos del Fondo de Prevención de Desastres Naturales, de la Coordinación Nacional de Protección Civil. "El objetivo es fortalecer la red donde tenemos menos cobertura, porque sabemos que hay sismicidad que no registramos", señaló.
Iglesias precisó que en la zona noroeste, compuesta por Baja California, Sonora y Sinaloa, existen más estaciones que en el este y el norte central del país. Por ello, parte de las nuevas estaciones se colocarán en Chihuahua y Nuevo León, con el fin de mejorar el monitoreo de los sismos en esas regiones.
En el sur, también se detectaron zonas que requieren mayor cobertura, como algunas áreas de Oaxaca. Además, parte de los recursos se destinarán a fortalecer la infraestructura del SSN en Ciudad Universitaria, sede de la UNAM, y en el centro de monitoreo alterno en Pachuca, Hidalgo. También se ampliará la Red Acelerográfica, administrada por el Instituto de Ingeniería de la UNAM.
El SSN se encarga de registrar y caracterizar los sismos en México, desde los que percibe la población hasta aquellos que no se sienten pero son relevantes para entender las fallas y el riesgo sísmico. Actualmente, el sistema reporta cerca de 100 sismos al día en todo el país.
La institución resguarda además los datos de la sismicidad registrada durante 115 años, que constituyen la base del conocimiento sobre la sismotectónica y la sismología en México. El SSN inició operaciones en 1910 con la estación central en Tacubaya y alrededor de 10 estaciones de segundo orden.
Hoy, la red del SSN cuenta con 70 estaciones distribuidas en todo el país, equipadas con sensores de velocidad y aceleración, así como tecnología GPS o GNSS para medir deformaciones del terreno. Además, hay 30 estaciones en el Valle de México, que complementan la cobertura para monitorear sismos en la capital y sus alrededores.