Robos de infraestructura pública mantienen riesgos latentes en Querétaro

En Querétaro, el robo de infraestructura pública ,como tapas de alcantarilla, cableado, piezas metálicas, medidores de agua y equipo urbano, sigue presentándose.

Aunque autoridades y empresas afectadas han documentado casos recientes, no existe una estadística pública consolidada que permita dimensionar la magnitud real del daño.

Durante los últimos años, municipios y empresas de servicios han reportado la desaparición recurrente de tapas metálicas y rejillas, lo que ha provocado hundimientos, accidentes y riesgos viales en colonias de la capital. 

Un caso reciente es el de Ulises Torres quien perdió la vida tras toparse con una alcantarilla en mal estado.

El robo de infraestructura no se limita a drenajes: también involucra cableado eléctrico, fibra óptica, postes y componentes de telecomunicaciones. En 2023, la Fiscalía Estatal aseguró alrededor de 176 kilos de cable con leyendas de empresas de telefonía en una investigación dirigida a chatarreras, y en 2025 dos hombres fueron vinculados a proceso tras ser sorprendidos con cientos de metros de cable en la capital. 

A la par, ciudadanos han denunciado daños por falta de mantenimiento en infraestructura vial: alcantarillas abiertas durante semanas, tapas rotas, rejillas hundidas, luminarias sin funcionar y hasta tramos de banquetas colapsadas por no recibir atención oportuna.

 Aunque los municipios realizan reparaciones periódicas, vecinos señalan que el rezago se acumula y muchas veces se confunde el deterioro con actos de vandalismo o robos que no quedan registrados formalmente.

Pese al impacto, no existe un registro público con el número de denuncias por robo de tapas, medidores o cableado, ni una cifra estatal sobre el costo anual de reposición. 

Los datos disponibles provienen de comunicados de la Fiscalía, reportes municipales y declaraciones de cámaras empresariales, que han vinculado apagones en zonas productivas con la sustracción recurrente de cableado.

Especialistas consultados señalan que para dimensionar el problema es necesario transparentar cuántas piezas de infraestructura se pierden por robo, cuántas por desgaste, qué colonias concentran los incidentes y cuáles son los impactos.