Como parte de la tradición católica, los fieles comienzan con la cuaresma, por lo que siguen valores religiosos que a su vez, son una forma de mostrar respeto, como lo es acudir a misa los domingos, así como no comer carne los viernes mediante ofensas o malos actos hacia otros.
Sin embargo, se acostumbra consumir en su totalidad, animales marítimos, por lo que la venta de estos productos se eleva hasta en un 70 por ciento. Menciona que lleva 32 años en el negocio y que en su tiempo de experiencia, lo que más se vende en esta región, son el cazón, cochito, mantarraya y el camarón. Agrega que los precios de venta oscilan entre los 40 a 60 pesos el kilo según el tipo de especie. Gracias a este negocio, comenta el señor Eduardo, le ha permitido dar escuela a sus hijos y mantener a su familia. Por ello, narra que gracias a la decisión que tomó hace 32 años sobre ser comerciante de comida marítima, fue la indicada. A sus 72 años, el señor Eduardo finaliza que en esta temporada, es cuando las ganancias se van al alza a tal grado que ya existe mayor competencia, pero hay comercio y comida para todos.