A solo nueve días de su fallecimiento, se ha publicado un emotivo mensaje del Papa Francisco dirigido a los jóvenes, en el que los anima a creer en el amor verdadero y duradero.
El texto aparece como prólogo del libro Youcat: Amore per sempre, y en él el pontífice expresa su esperanza de que las nuevas generaciones aún se atrevan a vivir "la aventura de un amor para toda la vida".
Francisco escribe con sensibilidad sobre lo que significa amar profundamente. "Me conmueve siempre ver a los jóvenes que se aman y que tienen la audacia de transformar su amor en algo grande. "Quiero amarte hasta que la muerte nos separe". Qué promesa extraordinaria", se lee en el texto.
Para explicar el amor entre una pareja, el papa recurre a una metáfora cercana: el tango argentino. Lo describe como "un maravilloso juego libre entre hombre y mujer, lleno de fascinación erótica y atracción", donde se vive "la cercanía y la distancia, la sensualidad, la atención, la disciplina y la dignidad". A través del baile, apunta, los enamorados aprenden lo que significa entregarse completamente.
El pontífice también se muestra realista al reconocer que muchos matrimonios hoy en día no perduran más de tres, cinco o siete años. Sin embargo, hace un llamado a no perder la esperanza: "Crean en el amor, crean en Dios y crean en poder afrontar la aventura de un amor para toda la vida".
El papa advierte que el ser humano necesita sentirse acogido sin reservas, y quienes no lo experimentan pueden llevar consigo una herida emocional para toda la vida. Por ello, propone que las parejas pasen por un proceso de preparación, al que llama "catecumenato", similar al que vivían los primeros cristianos antes del bautismo.
Francisco considera que este acompañamiento puede ayudar a evitar decepciones y matrimonios inestables. Como consejo final, recomienda a las parejas que participen en cursos exigentes de preparación matrimonial y que conversen entre ellas o con otras parejas sobre el contenido del libro.
El mensaje póstumo del papa refleja su constante preocupación por los vínculos humanos y deja una enseñanza clara: el amor verdadero no solo es posible, sino que vale la pena prepararse para vivirlo plenamente.