Los productores de ladrillo en San Luis Río Colorado se ven sumergidos en una crisis económica debido a la falta de compradores que consumían el producto para varios tipos de construcción en instalaciones dentro de la ciudad, derivado por el cierre de negocios provocado por el COVID-19.
A pesar de ello, algunos continúan realizando su labor en la zona industrial pesada donde aún tienen permitido utilizar los hornos, debido que el humo provocado no afecta a la zona urbana de la ciudad, comenta el Representante de la Asociación de Productores y Proveedor de Materiales para la Construcción, Heriberto Franco Estrada. Actualmente son 29 campos instalados en la zona industrial pesada de los cuales, algunos productores decidieron dejar el trabajo debido al riesgo de que pudieran afectar a sus familiares en el futuro. Otros por su parte, buscan el distanciamiento para elaborar una tanda considerable que les permita vivir el día. Según Heriberto Franco, la producción por cada ladrillero podría variar entre 2 mil a 3 mil ladrillos semanales, lo que se traduce en una ganancia que ronda entre los 12 mil pesos mensuales. Comenta que hasta el momento, solo han recibido instrucciones municipales de no exponerse ante el humo generado por los hornos, pero en cuanto apoyos de los tres niveles de gobierno, ninguno ha ofrecido una ayuda que permita a los productores, no exponerse de esta forma. Por ello, finaliza que como última medida de precaución, realizan lo necesario para vender de forma específica y producir en horarios cortos, debido que el calor, pudiera afectar su salud de igual forma.