Imagina despertar un día y darte cuenta de que nadie en México puede obtener crédito. No hay préstamos bancarios, tarjetas de crédito, hipotecas ni financiamiento empresarial: todo desaparece
Piensa en una familia de clase media en Ciudad de México que sueña con comprar un automóvil nuevo valorado en 300 mil pesos.
Sin acceso a un crédito automotriz, tendrían que ahorrar durante años, posponiendo su movilidad y afectando su productividad diaria.
Este ejemplo cotidiano muestra cómo el crédito actúa como puente entre el presente y el futuro, y cómo su ausencia podría detener aspiraciones básicas
Hogares paralizados: el impacto en la economía doméstica
El crédito es clave para grandes compras y consumo en los hogares mexicanos. Solo el 37.3% de la población adulta tiene acceso a crédito formal, según la ENIF 2024, y el 53% utiliza tarjetas de crédito.
Sin financiamiento, las familias tendrían que depender exclusivamente de sus ahorros, limitando el gasto inmediato.
Algunos ejemplos concretos:
En resumen, el modelo de consumo cambiaría hacia la austeridad, disminuyendo la demanda y afectando el PIB
Empresas y empleo en riesgo: un freno a la economía
Las pequeñas y medianas empresas (pymes), columna vertebral de México, dependen del crédito para capital de trabajo, inventario y expansión.
Sin financiamiento:
El crédito no solo impulsa negocios, sino que también mejora indicadores sociales: cada aumento en su disponibilidad incrementa ligeramente el Índice de Desarrollo Humano estatal
Educación y salud: oportunidades que se esfuman
Sin acceso a financiamiento:
El crédito permite que individuos inviertan en formación y bienestar, y su ausencia afectaría gravemente estas oportunidades
En la vida diaria, la atención se centraría en necesidades básicas, dejando de lado aspiraciones recreativas y mejoras en el hogar.
Según la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) de 2023, el 36.2% de la población mexicana de 18 años o más tiene algún tipo de deuda. Esto se traduce en aproximadamente 30 millones de mexicanos
Si nadie pudiera endeudarse en México, el consumo, la inversión y la movilidad social se paralizarían.
Las pymes colapsarían, la educación y salud privadas serían inaccesibles para la mayoría, y la economía informal crecería, aumentando desigualdad.
El crédito no es solo un mecanismo financiero: es una herramienta para oportunidades y progreso. Su desaparición mostraría lo esencial que es para la vida diaria y la economía del país.
¿Estamos preparados para un México sin crédito?