Refugios saturados por abandono de mascotas

Rescatistas señalan que los apoyos no son suficientes para mantener a los animales rescatados.

Los refugios y rescatistas independientes de San Luis Río Colorado operan por encima de su capacidad debido al incremento de perros y gatos abandonados en distintos sectores de la ciudad, y aunque cada albergue enfrenta su propia realidad, todos coinciden en que la principal causa es la falta de esterilización y de tenencia responsable.

Un ejemplo es el refugio Rescate de Angelitos Callejeros, que actualmente mantiene más de 150 perros y 30 gatos, cifra que duplica su capacidad y refleja la presión que viven espacios similares en la ciudad.

"Pues son 150 perritos y tenemos como 30 gatitos, nomas que no trajimos gatitos porque ya no había, por eso traemos puros perritos ahorita".

El también rescatista Walter Buratti quien alberga alrededor de 100 mascotas en su refugio, dice que en lo que va del año solo ha podido dar seis perros en adopción y las personas no suelen voltear a ver a los mestizos, que son lo que ha rescatado en su mayoría.

Además, estos refugios aplican filtros de adopción que incluyen espacios adecuados, esquema de vacunas y compromiso de esterilizar a los cachorros cuando corresponde, buscando evitar que los animales regresen a la calle o generen nuevas camadas que nuevamente saturen los albergues.

"Los requisitos son cerco seguro, que no se amarre, que tenga sombra y que se les de agua y comida, si son cachorros los que se llevan tienen que comprometerse a esterilizarlos a la edad de cuatro meses".

Para sostenerse dependen de donaciones, venta de artículos para mascotas y aportaciones de adoptantes, mientras continúan recibiendo animales que requieren atención médica, vacunación o recuperación.

Aunque el municipio implementó recientemente un nuevo reglamento de bienestar animal, los rescatistas señalan que aún se requiere ampliar las campañas de esterilización y fortalecer la educación sobre cuidado responsable. La saturación actual confirma que el abandono ya no es un problema aislado, sino un desafío comunitario que sigue en crecimiento.