Las medidas de confinamiento adoptadas como respuesta al COVID-19 interrumpieron la enseñanza convencional con el cierre a nivel nacional de las escuelas en la mayoría de los países. Sin embargo, como propuesta para que los alumnos siguieran con sus estudios la mayoría de las instituciones educativas sustituyeron las clases presenciales con el aprendizaje en línea, aunque a menudo tuvieron dificultades por la falta de experiencia y tiempo para concebir nuevos formatos de impartición de educación y tareas, el bajo rendimiento escolar comenzó a surgir.
Además del bajo rendimiento educativo, el abandono escolar se vio incrementado en algunas escuelas, sobre todo en las de educación media superior, donde los jóvenes a falta de los medios necesarios para tomar sus clases, se veían menos interesado.
Las materias en las que los pequeños de educación primaria se vieron más afectados son español y matemáticas.