Rosa Lilia Patiño: cuatro décadas de historias y huellas en las aulas

Con una sonrisa serena y un cúmulo de recuerdos, la docente Rosa Lilia Patiño Nevárez se despide de la docencia tras 40 años de servicio, una trayectoria que comenzó en 1984 y que hoy se convierte en un legado para generaciones de alumnos.

Geografía, Historia y últimamente Formación Cívica y Ética son asignaturas que pudo impartir a "sus hijos", como ella les dice.

"Empecé yo muy joven, empecé trabajando en la prepa federal lo que es hoy Cobach"... "Empecé a llevar solicitud en las diferentes escuelas, y donde me dieron la oportunidad de trabajar fue en la conocida antes como la Fora 1"... "Ha sido muy bonita mi experiencia con diferentes etapas de los jóvenes"... "He dado lo mejor de mí en todos esos 40 años".

Rosa Lilia siente que es momento de dejar la docencia ahora que las metas de vida que ella misma se impuso han sido cumplidas, muy a tiempo para disfrutar otras bondades de la vida, ahora que tiene la energía para disfrutar de su casa y juventud para vivir nuevas experiencias, aunque, hay algo en su mente por lo que lamenta no haberlo hecho antes.

"Yo ya dí que lo que tenía que dar, ya lo cumplido ya está, lo único que sí extraño pues que mis padres ya fallecieron y pues eso es lo que me da más tristeza que no hayan visto que yo ya culminé mi carrera".

En sus palabras, no todo han sido retos y desvelos: También hay anécdotas divertidas que recuerda con cariño?

"Los muchachos no me conocen como Lilia Patiño, me conocen como me conocen como ?La Chicha?, porque yo siempre que les digo algo que dicen ellos, que maestra, que eso, ¡hay qué chicho!, maestra, quiero ir al baño, pero si acabas de ir, ¡qué chicho!".

Y otras anécdotas más graciosas?

"A un niño le dije, tienes una calificación de cero, le dije, pero no dije como que se rieron porque le dije tienes un cero"... "Ya no me la acababa yo ahí todos se empezaron a reír por la forma en la que lo dije"... "Yo se lo hice en aumentativo por decirle un cero".

A lo largo de estas cuatro décadas, Rosa Lilia dice llevarse lo más valioso: la certeza de haber contribuido a formar personas con bases sólidas, pero también reconoce que en los últimos años la enseñanza se ha vuelto un terreno complejo: Las nuevas reformas bajo la Nueva Escuela Mexicana fueron, confiesa, uno de los factores que la llevaron a tomar la decisión de jubilarse.

"Ahora con la Nueva Escuela Mexicana tenemos varios protocolos que llevar a cabo a mí se me ha hecho más difícil, por eso también decidí dejar porque ya los muchachos son otros ya son diferentes su actitudes hacia el maestro".

Al no conformarse con solo ser la maestra de Formación Cívica y Ética, Rosa Lilia logró un doctorado relacionado con su carrera e importantes cargos al interior de su plantel, ahora con la mirada puesta en el futuro, se despide de las aulas, pero no de su vocación.

Rosa Lilia ha dejado huella en la educación de San Luis Río Colorado y aunque el ciclo termina, seguirá vivo en la memoria de quienes la tuvieron frente al pizarrón, de sus hijas en quien ha sembrado la semilla de la enseñanza, de su familia que la apoya y de su compañero de vida que continúa siendo su respaldo.