Transportistas enfrentan filas de hasta 8 km
"Kilómetro 170 y la fila está, sigue macizo eh, la neta, la neta yo llevo años caminando para acá y nunca había visto la pinche fila hasta acá eh"
Transportistas que trasladan mercancías hacia California, Estados Unidos, y Baja California y Baja California Sur, México, enfrentan condiciones críticas en su paso por el retén militar Cucapá, ubicado en la entrada Este de San Luis Río Colorado.
Las filas alcanzan en ocasiones hasta los 8 kilómetros de longitud, generando tiempos de espera de entre 5 y 20 horas.
El pasado jueves, por ejemplo, se registró una fila de aproximadamente 3 kilómetros, lo que refleja la constante saturación que se vive en esta ruta.
"Siempre es lo mismo, no agilizan nada estos compas"... "Tienen dos filas, una para vacíos y casi todos venimos cargados, que agilicen por las dos filas para que todo esto sea más rápido y a parte tardan mucho en revisar también".
Además de las demoras, transportistas han denunciado que en el punto de revisión algunos elementos militares presuntamente solicitan pagos de hasta 200 pesos para permitir un cruce más ágil.
"Si nos brincamos nos cobran 200 pesos por brincarnos, pero pues de todas maneras se entretiene uno"... "200 pesos mexicanos y diario es la misma la brincadera todos se brincan el retén"... "Si quiero pasar rápido me brinco el retén y tengo que dar 200 ahí al soldado, para que me deje pasar, son 200 ahi y 50 al otro que me revisa".
Conductores entrevistados señalan que las largas filas no sólo afectan sus tiempos de entrega, sino también su integridad física, al pasar horas sin acceso a baños, alimentos o sombra.
A lo largo de la orilla de la carretera se pueden observar botellas que algunas personas utilizan para depositar sus desechos fisiológicos, además de que esta zona del desierto se ha convertido en un depósito informal de basura.
La situación, dijeron, se ha vuelto insostenible y requiere intervención inmediata, ya que se han presentado días en los que los transportistas desvían su camino por el Golfo de Santa Clara utilizando carreteras de Caborca y Puerto Peñasco las cuales también se saturan.
El mayor peligro ocurre cuando la desesperación por los retrasos lleva a los choferes a invadir ambos carriles, bloqueando el paso a autobuses y vehículos particulares
"Y luego los pinches chapulines como estos cabrones mira, que se avientan en sentido contrario".
"Sí ha habido accidentes hace una semana un alcance hubo aquí precisamente por la fila".
Organizaciones como la Conatram buscó diálogo con elementos del Ejército Mexicano para buscar una solución a esta problemática que está impactando directamente la eficiencia logística y puede derivar en mayores costos operativos para la industria, así como afectaciones en la cadena de suministro nacional e internacional.
Hasta el momento, ninguna autoridad militar ni civil ha respondido oficialmente a estas acusaciones, aunque los transportistas insisten en que el problema se ha vuelto cotidiano y generalizado.
