"Sin precio justo, no hay cosecha", gritaron agricultores de al menos 20 entidades, quienes realizaron un paro nacional y bloquearon carreteras, además de manifestarse frente a oficinas gubernamentales, para denunciar la crisis que atraviesa el campo mexicano.
Los manifestantes exigen un precio justo para las cosechas, mayor inversión en tecnología y programas de apoyo, así como la exclusión de los granos básicos del Tratado de Libre Comercio (T-MEC).
Además, se registraron afectaciones en tramos como Mante-Valles, Mante-Victoria, Victoria-Matamoros, Matamoros-Reynosa y Reynosa-Victoria.
En Río Bravo, la Asociación Municipal de Propietarios Rurales organizó una manifestación pacífica en sus oficinas.
En protesta por los bajos precios y la competencia extranjera, algunos productores incluso tiraron parte de su producto, principalmente cebollas, tomates y otros, argumentando que los ingresos no cubrían ni los costos de transporte y combustible.
Las movilizaciones provocaron tráfico intenso
También participaron integrantes de la Asociación de Productores Agrícolas de Limones y Granos del Bajío para demandar el rescate al campo.
Los manifestantes exigen una reforma al artículo 27 constitucional, el reconocimiento de la propiedad social y de la clase campesina como sujetos de derecho público, así como un precio mínimo de 7 mil 200 pesos por tonelada de maíz.
También solicitaron la creación de un Plan de Soberanía Alimentaria que priorice la producción nacional sin transgénicos.
Los líderes del Frente Nacional por el Rescate del Campo Mexicano y de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas señalaron que estas acciones son necesarias para revertir la caída de la producción nacional y el crecimiento de las importaciones.
Según sus datos, en los últimos 10 años la producción de maíz cayó 4% mientras que las importaciones aumentaron 78.4%, generando rentabilidades mínimas de 2% en cultivos de riego y 8% en cultivos de temporal, con un déficit promedio de 3 mil 270 pesos por hectárea.
Los agricultores advirtieron que la permanencia de los granos básicos dentro del T-MEC y la definición de sus precios en la Bolsa Mercantil de Chicago perjudican la economía rural y la autosuficiencia alimentaria del país.