México avanza hacia una movilidad más limpia y económica con el proyecto Olinia, el primer auto eléctrico diseñado y producido en el país, impulsado por el gobierno federal. Este vehículo busca democratizar la electromovilidad con precios accesibles y tecnología nacional. Según lo anunciado, en septiembre se presentarán los diseños de los primeros modelos, marcando un paso clave en su desarrollo.
El Olinia, cuyo nombre en náhuatl significa moverse, está siendo desarrollado con la participación del Tecnológico Nacional de México, el Instituto Politécnico Nacional y empresas privadas, con el respaldo del gobierno de Claudia Sheinbaum. Se prevé que los precios oscilen entre 90 mil y 150 mil pesos, y este a la venta en el 2030 lo que lo colocaría muy por debajo de la mayoría de los autos eléctricos disponibles en el mercado. La intención es que pueda ser adquirido por familias mexicanas de clase media y baja, y que también sirva para flotillas comerciales.
Entre los beneficios que ofrecen los autos eléctricos como Olinia destacan la reducción de emisiones contaminantes, la disminución de ruido en las ciudades y un menor costo de operación, ya que cargar electricidad es significativamente más barato que llenar un tanque de gasolina. Además, requieren menos mantenimiento, al no depender de sistemas complejos como los motores de combustión interna.
No obstante, el proyecto enfrenta retos importantes, como la limitada infraestructura de estaciones de carga, la necesidad de fortalecer la cadena de suministro de litio y la competencia de modelos internacionales de bajo costo, especialmente provenientes de China.
De concretarse sus objetivos, este auto no solo podría posicionar a México como productor de tecnología limpia, sino también acercar la movilidad eléctrica a miles de familias que hasta ahora la veían fuera de su alcance. El camino no está exento de desafíos, pero el potencial de transformación es evidente.