En un entorno cada vez más digital, los bots se han convertido en actores silenciosos pero influyentes en las redes sociales. Estas cuentas automatizadas, diseñadas para simular el comportamiento humano, están transformando la forma en que se difunde información, se interactúa con el contenido y se percibe la realidad en plataformas como X, Instagram, Facebook y TikTok. Los bots son programas informáticos capaces de realizar tareas repetitivas de manera automática.
En el contexto de las redes sociales, pueden publicar, dar "me gusta", comentar, seguir cuentas o incluso enviar mensajes. Los bots pueden tener fines legítimos o maliciosos, como inflar seguidores o difundir desinformación. Su presencia ha aumentado notablemente. Se estima que hasta el 10% de las cuentas en Instagram y el 20% en X podrían ser bots. Meta reconoce que el 5% de sus usuarios activos en Facebook son cuentas falsas, lo que equivale a unos 140 millones, reflejando su impacto en el entorno digital global
El uso de bots plantea diversos riesgos:
Aunque redes como Instagram, Facebook y TikTok han implementado filtros, inteligencia artificial y sistemas de verificación para detectar bots, muchos logran evadirlos. Por cada red de bots que se desactiva, otras nuevas aparecen con mayor sofisticación. Los bots no son solo un problema técnico, sino un fenómeno sociotecnológico con implicaciones en la política, el comercio y la cultura digital.