En medio de la inseguridad que vive el estado, la sociedad católica se ha encontrado con dificultades para reunirse o llevar a cabo actividades eclesiásticas, desde una celebración eucarística, hasta la festividad de una parroquia.
Incluso el temor de los padres se hace presente al no darle permiso a las juventudes de asistir, esto los ha llevado a buscar la manera de realizar las diferentes actividades en horarios y espacios accesibles, que permitan poner en primer lugar la seguridad e integridad de los jóvenes
Ante la preocupación generada por los hechos violentos registrados en diferentes fiestas patronales en los últimos meses, organizadores han solicitado apoyo adicional en materia de vigilancia y seguridad.
El objetivo principal es supervisar cierres de calles y actividades relacionadas con las festividades religiosas que se celebran en colonias y comunidades.
Los operativos cuentan con la participación conjunta de elementos de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE), con el fin de garantizar la integridad de los asistentes a estas celebraciones.
Los municipios de Irapuato, Salamanca, San Felipe, San Miguel de Allende y Pueblo Nuevo, se han visto envueltos en este tipo de hechos en este 2025, en donde han arrebatado la vida de hombres y mujeres, incluso menores de edad.