El cáncer de colon se ha convertido en uno de los padecimientos más frecuentes en los últimos años, afectando tanto a hombres como a mujeres.
De acuerdo con especialistas, esta enfermedad se origina cuando las células del intestino grueso comienzan a crecer de manera descontrolada, formando tumores que con el tiempo pueden propagarse a otras partes del cuerpo.
Las causas pueden estar relacionadas con una alimentación alta en grasas y baja en fibra, el sedentarismo, el consumo de alcohol y tabaco, así como antecedentes familiares de la enfermedad. Aunque suele presentarse con mayor frecuencia en personas mayores de 50 años, en los últimos años se ha observado un preocupante incremento en casos detectados en adultos jóvenes.
Entre los síntomas más comunes se encuentran los cambios en los hábitos intestinales, presencia de sangre en las heces, dolor abdominal, pérdida de peso sin causa aparente y fatiga constante. Los médicos recomiendan realizarse colonoscopías de manera preventiva a partir de los 45 años, o antes si existen antecedentes familiares. Mantener una dieta balanceada, rica en frutas, verduras y cereales integrales, junto con la práctica regular de ejercicio, puede reducir considerablemente el riesgo.
Quienes ya enfrentan esta enfermedad deben saber que el diagnóstico temprano salva vidas. Los tratamientos actuales, que incluyen cirugía, quimioterapia y terapias dirigidas, ofrecen altas tasas de recuperación si el cáncer se detecta a tiempo.
Más allá de la estadística, el cáncer de colon nos recuerda la importancia de escuchar a nuestro cuerpo y no posponer los chequeos médicos. La prevención es la mejor herramienta, porque cuidar la salud hoy, es asegurar un mañana con vida y esperanza.