En el corazón de la comunidad de San José de la montaña se encuentra una pequeña pero significativa ermita que alberga dos imágenes religiosas de gran valor histórico y espiritual. Actualmente, la custodia de este recinto sagrado recae en la familia Zúñiga Olivares, quienes han resguardado estas piezas por más de cuatro generaciones.
Dentro de la ermita se conservan dos imágenes antiguas: una Santa Cruz, considerada milagrosa por los habitantes locales, y una figura de San Antonio, tallada en madera y con una antigüedad superior a los 80 años. La veneración a estas imágenes ha trascendido el tiempo y el espacio, siendo reconocidas incluso por comunidades como La Ordeña y Xoconostle.
Cada 13 de junio, San José de Mendoza celebra la festividad de San Antonio con gran entusiasmo. La jornada incluye una misa solemne, comida comunitaria, tradicionales carreras de pollos en el campo de fútbol y la presentación de un conjunto musical, en un ambiente de fe y convivencia.
Brenda Zúñiga, miembro de la cuarta generación de custodios, expresó el compromiso de su familia con la preservación de esta tradición. "Es un honor seguir con este legado. La cruz milagrosa y San Antonio son parte viva de nuestra historia y de nuestra fe", señaló.La ermita y sus reliquias no solo representan un símbolo religioso, sino también un lazo que une a generaciones de creyentes en esta comunidad rural de Salamanca.