Para muchos, diciembre es el mes más bonito y colorido del año. Las luces, los aromas festivos y las reuniones familiares dan la sensación de cierre, de esperanza y de renovación. Pero para un número creciente de personas, esta temporada no ilumina. La depresión decembrina relacionada en gran parte con el Trastorno Afectivo Estacional, se ha convertido en un fenómeno que preocupa a especialistas.

Diciembre llega cargado de expectativas: felicidad, armonía, celebraciones. Pero quienes atraviesan pérdidas, problemas económicos, aislamiento o crisis emocionales viven esta época como un recordatorio de lo que les falta, más que de lo que llega. Psicólogos señalan que las fiestas pueden activar duelos no resueltos, sentimientos de soledad o de insuficiencia frente a los balances de fin de año.
Datos de la Secretaría de Salud señalan que entre el 4 % y el 8 % de la población mexicana experimenta síntomas relacionados con el Trastorno Afectivo Estacional durante los meses invernales. A nivel general, la depresión afecta a más de cuatro millones de adultos en el país.
Aunque la depresión es un problema presente todo el año, diciembre suele mostrar picos en consultas psicológicas y en reportes de síntomas intensificados, según instituciones de salud mental.
Síntomas que no deben ignorarse
Especialistas describen que la depresión estacional suele manifestarse con:
La recomendación es no normalizar el malestar. La depresión es un trastorno real y tratable. Diciembre es un mes de contrastes: mientras unos celebran, otros luchan en silencio.