Cada 8 de septiembre se conmemora en México el Día del Periodista, una fecha que invita no solo a reconocer la importancia de esta profesión, sino también a reflexionar sobre los retos y peligros que enfrentan quienes dedican su vida a informar.
El periodismo, en la actualidad, juega un papel crucial: es el puente entre la sociedad y la verdad, la voz que cuestiona al poder, visibiliza injusticias y mantiene viva la memoria colectiva. En un mundo saturado de información, los periodistas son quienes filtran, verifican y dan contexto a los hechos, un trabajo que resulta indispensable para la democracia.
A pesar de su relevancia, en México el periodismo se ha convertido en una de las profesiones más riesgosas. Organismos internacionales ubican al país como uno de los más peligrosos para ejercer la labor periodística, debido a amenazas, agresiones y asesinatos que lamentablemente se registran cada año. Esta realidad genera miedo e incertidumbre entre los profesionales de la comunicación y, al mismo tiempo, desalienta a muchos jóvenes que sueñan con ejercer esta vocación. Aun así, cientos de estudiantes en universidades de todo el país eligen estudiar periodismo o comunicación social, con la esperanza de transformar su entorno. Jóvenes que ven en el periodismo no solo una carrera, sino un compromiso con la verdad, la justicia y la libertad de expresión.
El Día del Periodista no debe ser únicamente una celebración, sino también un llamado a la reflexión: reconocer la valentía de quienes ejercen la profesión, exigir condiciones de seguridad y garantizar un futuro en el que informar no sea un riesgo, sino un derecho.