El Cristo Negro de Salamanca, una figura católica icónica en la ciudad por su leyenda e historia, sigue atrayendo a fieles y turistas por igual a la Parroquia del Señor del Hospital. Esta figura, que representa una mezcla única de atracción religiosa y turística, es el centro de una narrativa rica en misterio y devoción.
El Cristo, elaborado en Pátzcuaro, Michoacán, en 1543 con pasta de caña de maíz, es una escultura de un metro con ochenta centímetros de altura y un peso de trece kilogramos. Su color negro azabache y su inclinación de cabeza, que asemeja la muerte, son características distintivas que han fascinado a generaciones de creyentes.
Según la leyenda, la figura originalmente era blanca, pero durante la guerra de independencia, en un enfrentamiento entre indios y españoles, el Cristo se tornó negro para esconderse entre la penumbra de la noche y los arbustos, para evitar ser destruido.
La Parroquia del Señor del Hospital, construida entre 1888 y 1924, fue elevada al rango de Santuario Diocesano en marzo de 2010, consolidando así la importancia religiosa del lugar. Miles de fieles consideran al Cristo Negro como milagroso, atribuyéndole numerosos favores y bendiciones.
Sin embargo, la historia del Cristo Negro también ha sido marcada por la tragedia. En un lamentable suceso ocurrido el lunes 9 de agosto de 2010, la corona del Cristo, una reliquia con más de 470 años de antigüedad, fue robada del templo del Señor del Hospital. La pieza, una corona de plata con baño de oro e incrustaciones de piedras preciosas, representaba una parte invaluable del patrimonio religioso de la ciudad.
Pero la fe y la solidaridad de la comunidad salmantina demostraron ser más fuertes que cualquier adversidad. Un año después del robo, miles de feligreses lograron reunir la suma de 350 mil pesos para coronar nuevamente a la imagen en una emotiva misa oficiada por el obispo José de Jesús Martínez Zepeda, restaurando así la gloria del Cristo Negro de Salamanca.
Esta historia de fe, misterio y solidaridad continúa cautivando a quienes visitan la Parroquia del Señor del Hospital, recordándoles la importancia de la devoción y la comunidad en tiempos de adversidad.