En México, la brutalidad policial es una realidad persistente que afecta a ciudadanos de todas las edades y condiciones sociales. a pesar de las denuncias y de la indignación pública, la mayoría de estos casos quedan impunes.
Entre 2015 y 2020, se presentaron 33,750 denuncias por brutalidad policial; solo 373 fueron judicializadas y 172 concluyeron en sentencia condenatoria, lo que representa un índice de impunidad del 99.5%.
"En promedio un policia en méxico se capacita en seis meses, en seis meses teoricamente una persona se vuelve especialista en el uso dela fuerza eso podría explicar porque hay tantas inconsistencias", dice Sergio Padilla, investigador del colegio mexiquense
De acuerdo con la investigación de mexicanos contra la corrupción y la impunidad, al solicitar información a la comisión nacional de derechos humanos y a sus dependencias estatales descubrieron que se tramitaron 54,248 quejas contra instituciones de seguridad pública, elementos del ejército o de la marina por motivo de brutalidad contra civiles.
"Las detenciones y abusos policiales se concentran en la gente pobre eso tenemos que tenerlo muy claro los policías no patrullan de igual forma las zonas residenciales ni andan con esas ganas de abusar de las personas en esas zonas donde hay gente de dinero o gente influyente", explica Sergio Padilla, investigador del colegio mexiquense.
La corrupción y los diversos casos de abuso de poder presentes en las corporaciones policiales y militares que se encargan de la seguridad pública han resultado en una crisis que provoca la desconfianza en estas instituciones.
De acuerdo con la investigación de la empresas Ipsos de 29 países México ocupa el segundo lugar en desconfianza ante sus instituciones de seguridad solo por debajo de Sudáfrica.
"Los jóvenes salen adecuadamente preparados o no amañados el problema es cuando ingresan de facto a la corporación y entonces reciben las mañas de los policías viejos, comenta Max Morales, experto
En seguridad la confianza en la policía mexicana ronda entre el 28 % y el 37 %, de acuerdo con datos del Inegi y de Research Land. La percepción está marcada por una fuerte desconfianza relacionada con la corrupción, abuso de poder e impunidad. A nivel social, la policía es vista como una institución débil en términos de integridad y profesionalismo.
Entre fuego amigo: abuso de autoridad, persecución y violaciones a los derechos humanos
Uno de los casos de abuso más emblemáticos fue el del actor Octavio Ocaña quien al ser perseguido por policías municipales busco escapar de ellos sin embargo el actor falleció por un disparo por arma de fuego, el dictamen original daba cuenta de un suicidio pero las investigaciones revelaron que uno de los policías que lo seguía le disparo, finalmente gracias a la presión de su familia se logró revelar que no fue un suicidio.
"A casi cuatro años que falleció mi hermano Octavio Ocaña por fin puedo dar a conocer que acaba de ser detenido el implicado el que estaba prófugo que venia conduciendo la patrulla Gerardo García", relata Bertha Ocaña, hermana de Octavio Ocaña
Otro caso fue el de Victoria Salazar una migrante salvadoreña quien en el año 2021 en Tulum, en el estado de Quintana Roo fue asesinada por policías municipales durante su detención, el oficial al detenerla le presionó con su rodilla la espalda, quien quedó inconsciente y falleció por una fractura en la columna vertebral.
"Ahora que todo se graba y que queda un registro pues van a estar expuestos socialmente y hay maneras de poder comprobar el abuso de su participación, dice Max Morales, experto en seguridad.
En 2006 en Atenco Estado de México once mujeres fueron víctimas de violencia sexual por parte de policías durante los operativos para reprimir un movimiento de protesta contra la construcción del aeropuerto de Texcoco en el Estado de México, en este caso se acredito la existencia de graves actos de violencia física y psicológica.
"Hay una impunidad en las investigaciones, eso es cierto, nosotros trabajamos casos de desaparición, de violencia contra la mujer, violencia policial y los casos muy pocas veces llegan a un término, sobre todo cuando son contra funcionarios públicos, dice Juan Gutierrez, integrante de I(dh)eas Litigio Estratégico en Derechos Humanos A.C.
De acuerdo con Data México, hasta el 2024, se tenían registrados 286 mil policías y agentes de tránsito en el país. Por su parte el Inegi reportó que hay 126,203 agentes de la guardia nacional, lo que da un total de 412 mil policías integrantes de las fuerzas del orden en el país.
Entre fuego amigo: policías carecen de preparación, recursos y compromiso real
El abuso policial no solo es un problema de violaciones a derechos humanos sino estructural.
Los policías carecen de preparación, recursos y compromiso real del Estado para mejorar la seguridad en el país, los abusos policiales no son hechos aislados. Son el reflejo de un sistema que ha dejado en el abandono a quienes deberían protegernos.
"Hay unos vínculos profundos de policía municipal, estatal que no ha sido depurada y que el Estado mexicano no ha podido controlar", explica Juan Gutierrez, integrante de I(dh)eas Litigio Estratégico en Derechos Humanos A.C.
En estados como Yucatán un policía tercero percibe 2.114 pesos mensuales, en Oaxaca el sueldo inicial es de 5,037 pesos al mes mientras que en Guanajuato un policía gana 18.200 pesos al mes según Data México.
El sueldo promedio mensual nacional es de 7,860 pesos, lo que se traduce en un grave problema de desigualdad, oportunidades y capacitación.
"En muchísimos casos de desaparición o de secuestro siempre hay un funcionario público relacionado ya sea un policía municipal, estatal inclusive un policía federal o guardia nacional", explica Juan Gutierrez, integrante de I(dh)eas Litigio Estratégico en Derechos Humanos A.C.
Policías sin formación adecuada ni conocimientos básicos sobre derechos humanos son el común denominador, por lo que la impunidad reina. prueba de ello es que más del 95 % de los abusos denunciados no se castigan.
El Estado exige honestidad y resultados a cambio de sueldos bajos y capacitación deficiente o nula, por lo tanto no es solo un problema policial, es una deuda política con la justicia y la seguridad.
"Estamos en un deficit de capacidades institucionales, recientemente la organización México Evalúa sacó un trabajo sobre policías a los que ni siquiera se les paga un salario", dice Sergio Padilla, investigador del Colegio Mexiquense.
En caso de abuso policial, es recomendable recopilar toda la información posible (fecha, lugar, nombre o placa del agente, fotos o videos) y presentar una denuncia ante la unidad de asuntos internos correspondiente.
Estas oficinas investigan y sancionan faltas cometidas por policías y existen en cada estado y municipio. Estas denuncias se pueden hacer de forma anónima o a través de un abogado.