El gremio de taxistas continúa enfrentando desafíos significativos en su proceso de recuperación económica, habiendo logrado apenas un 90% de su actividad pre-pandémica. La pandemia y la persistente inseguridad han dejado huella en el gremio, afectando tanto la demanda de servicios como la seguridad de los conductores.
La vida nocturna, una vez vibrante y generadora de un flujo constante de pasajeros, se ha visto afectada, contribuyendo a una disminución del 20% en los servicios ofrecidos por los taxistas. Antonio Lanuza, representante del gremio, lamentó que el panorama ya no sea el mismo y señaló que la recuperación completa parece ser un objetivo distante. A pesar de estos desafíos, Lanuza Ruiz destacó como un rayo de esperanza la reciente feria local, el evento no solo brindó un impulso temporal al transporte privado, sino que también proporcionó una oportunidad para los comerciantes de revitalizar sus negocios.
La activación económica observada durante la feria ha sido un respiro bienvenido para un gremio que lucha por encontrar su lugar en un entorno cambiante.