Guanajuato peligroso para activistas y buscadoras
Guanajuato, uno de los estados donde el crimen organizado más se ha ensañado con buscadoras de personas desaparecidas, defensores de derechos humanos y activistas.
En el 2021, Javier Barajas fue asesinado en Salvatierra, Buscaba a su hermana Lupita, desaparecida en el año 2020 y localizada en una de las 80 fosas ubicadas en Salvatierra, con 104 bolsas extraídas del Cerrito del Toro. Tras su muerte derivado de la actividad que realizaba, sus padres han continuado la labor altruista.
En 2023, Teresa Magueyal fue asesinada en Celaya, buscaba a su hijo José Luis desaparecido en abril del 2020.
En 2024, Lorenza Cano, privada de la libertad, Buscaba a su hermano desaparecido, ingresó al colectivo Salamanca Unidos buscando desaparecidos, hasta el momento se desconoce su paradero. En ese mismo año, desaparecieron Oscar Iván Jiménez Torres y su esposa Luz Alejandra Lara Cárdenas, miembros del Colectivo Proyecto de Búsqueda Guanajuato, buscaban a Jesús Abel Jiménez, desaparecido en mayo de 2017, en Apaseo el Grande.
Este 2025, José Francisco Arias Mendoza, fue privado de la libertad, el 9 de junio, en Irapuato, luego de asesinar esa misma noche a su hijo, buscaba a su hijo desaparecido en 2022.
Amnistía Internacional, Global güines y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, señalan que del año 2001 a 2024, 421 activistas y defensores de derechos humanos han sido asesinados en el país. Guanajuato ha registrado 8 asesinatos, desde 2016.
