En la actualidad surge una pregunta clave: ¿están los jóvenes cuidando su salud física? Los datos muestran una realidad mixta.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición en el 2022, solo 4 de cada 10 jóvenes de entre 18 y 29 años realizan la cantidad mínima recomendada de actividad física. Además, el 35 % presenta sobrepeso y el 12 % obesidad, cifras que han ido en aumento durante la última década.
En cuanto a alimentación, el panorama tampoco es del todo alentador. Estudios del Instituto Nacional de Salud Pública señalan que más del 60 % de los jóvenes consume bebidas azucaradas todos los días, mientras que el consumo de frutas y verduras se mantiene por debajo de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Especialistas en nutrición advierten que la combinación de una dieta alta en ultra procesados y un estilo de vida sedentario incrementa el riesgo de padecer enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, hipertensión y problemas cardiovasculares desde edades tempranas.
No obstante, también hay señales positivas: cada vez más jóvenes buscan opciones de alimentación consciente, se inscriben a programas de entrenamiento funcional y participan en actividades al aire libre. Iniciativas comunitarias, como carreras 5K, talleres de cocina saludable y retos deportivos en redes sociales, están ganando popularidad.
Los hábitos saludables en la juventud siguen siendo una tarea pendiente, pero con el acceso a información, espacios seguros para ejercitarse y una cultura que priorice el bienestar, esta generación puede convertirse en la más sana de la historia.