A pesar de ser considerados nativos digitales, muchos miembros de la Generación Z enfrentan dificultades con herramientas tecnológicas básicas en el entorno laboral. Aunque dominan el uso de smartphones y aplicaciones de redes sociales, estudios recientes revelan que carecen de habilidades en programas como Microsoft Excel y Outlook, esenciales en muchas oficinas. Esta desconexión se atribuye en parte a la educación centrada en plataformas como Google Docs y Chromebooks, que no siempre se alinean con las demandas del mercado laboral.
Además, se ha observado que muchos jóvenes experimentan lo que se denomina "vergüenza tecnológica", al sentirse incómodos o inseguros al utilizar dispositivos comunes en oficinas, como impresoras y escáneres. El 48% de los graduados en 2022 no se sienten tecnológicamente preparados para sus empleos.
Estos hallazgos desafían la percepción de que la Generación Z es intrínsecamente experta en tecnología, destacando la necesidad de una formación más integral que abarque tanto habilidades digitales modernas como competencias tecnológicas tradicionales.