Tras el hallazgo de seis cuerpos en una fosa clandestina en Molino de Santa Ana, Irapuato, el clero lamentó lo sucedido, situaciones que son dolorosas para la comunidad y para las familias de las Víctimas, señaló el obispo Enrique Díaz Díaz.
El prelado calificó la situación como dolorosa y alarmante, pies continúan los reportes de personas desaparecidas, no localizadas o privadas de la libertad, en este contexto Díaz Díaz enfatizó la necesidad de acompañamiento a las familias y la urgencia de superar estas situaciones que se presentan con más frecuencia.
El obispo también reconoció el esfuerzo de las asociaciones de búsqueda como el colectivo "Hasta Encontrarte" quien localizó la fosa y que aún y a pesar del miedo salen en la búsqueda de sus seres queridos, ya sea en tierras lejanas, con pico y pala.