El 2020 ha sido un año particularmente difícil para todos los sectores del comercio, por un lado, los comerciantes continúan siendo golpeados por una crisis sin precedente ocasionada por la pandemia del Covid-19 y por otro lado, se encuentran vulnerables ante las extorsiones y la violencia que ha alcanzado niveles nunca antes vistos en Salamanca.
La crisis sanitaria y la crisis violenta, han provocado el cierre de cientos de comercios y la pérdida de miles de empleos en los diversos sectores del comercio, tan solo cabe mencionar que el sector restaurantero llegó al último mes del 2020 con un balance negativo, el presidente de la CANIRAC en esta localidad, Antonio Peña Medrano, reportó el cierre de al menos 20 restaurantes y también dio a conocer que ha dejado de operar un importante número de pequeños establecimientos dedicados a la venta de alimentos, situación que ha generado una pérdida aproximada a los 3 mil empleos.
Otro sector que ha reportado considerables mermas económicas es la Masa y la Tortilla, la crisis financiera ha ocasionado que de las 207 tortillerías que operaban al inicio del 2020, actualmente hayan cerrado alrededor de 20 y para inicios del 2021 podría haber más cierres, en este sector urge un incremento al precio del producto, ya que en Salamanca desde hace aproximadamente 5 años no hay un aumento oficial, únicamente se han hecho ajustes al precio.
En general el comercio establecido ha vivido uno de los peores años de su historia, tan solo en el pasado mes de agosto el presidente de la Cámara Nacional del Comercio (CANACO) en Salamanca, Francisco Javier González Mijes, anunció que alrededor de 40 negocios de diferentes giros como papelerías, zapaterías y venta de ropa, ya no pudieron reabrir sus puertas, posteriormente en octubre dio a conocer que 30 comercios habían cerrado.
A dos semanas de que concluya el 2020, la pandemia del Covid-19 y la pandemia de la inseguridad hace que para el comercio de Salamanca se cierna un panorama oscuro y muy complicado.