En medio de protestas encabezados por campesinos que exigen precios justos para el maíz, productores han dado a conocer el costo real de sembrar una hectárea del grano. Las cifras revelan una presión creciente que podría traducirse en un inminente aumento en el precio de la tortilla y otros alimentos básicos.
De acuerdo con agricultores, producir una hectárea de maíz requiere una inversión aproximada de 55 mil 500 pesos. Los gastos incluyen: la preparación de la tierra (barbecho, rastreo, surcado y nivelación) que representa 9 mil pesos, además de la siembra, que contempla renta de tractor, semillas y fertilizantes, con un costo acumulado superior a los 20 mil pesos. A esto se suman fumigaciones contra plagas y enfermedades, control de maleza, aplicación foliar, riego, jornales y el pago de trilla y flete.

Con estas inversiones, el rendimiento promedio es de 10 toneladas por hectárea, lo que sitúa el costo real de producción en 5.55 pesos por kilo de maíz. Sin embargo, los productores aseguran que, aun con precios ligeramente superiores en el mercado, las ganancias son mínimas frente a los riesgos climáticos, el incremento generalizado en insumos y la inestabilidad en los precios de compra.
El impacto no se limita al campo. Según los mismos productores, un kilo de maíz rinde aproximadamente 1 kilo 300 gramos de tortilla, lo que significa que cualquier incremento en el costo del grano repercutirá directamente en las tortillerías y, eventualmente, en los consumidores. Esto podría encarecer no solo la tortilla, sino también tamales, tacos, sopes y otros derivados fundamentales en la dieta mexicana.
Campesinos advirtieron que, si no se ajustan los precios de compra del maíz, muchos agricultores podrían abandonar la siembra, poniendo en riesgo la disponibilidad del producto y elevando aún más su precio.
Frente a esta situación, los productores mantienen su demanda, un precio justo que refleje el costo real del campo y garantice su permanencia en la actividad agrícola.
