El obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, consideró que los reclamos de ambos sectores, campesino y de transporte, cuentan con sustento y que requieren atención para evitar un incremento de inconformidades. El prelado señaló que la ciudadanía enfrenta afectaciones constantes por hechos delictivos en carreteras, situación que genera una sensación persistente de vulnerabilidad. Indicó que la responsabilidad de garantizar condiciones de seguridad corresponde a las autoridades y que, cuando esta falla, las manifestaciones surgen como respuesta.
Díaz Díaz planteó que la discusión pública no debe centrarse en desacreditar a quienes participan en las movilizaciones. Sobre los campesinos, expuso que han externado su intención de evitar interrupciones en la movilidad, aunque expresan no encontrar alternativas cuando perciben que sus demandas no reciben atención. Sostuvo que este sector busca ser escuchado sin que sus planteamientos queden relegados.
El obispo subrayó la importancia de prevenir escenarios de violencia y de impulsar soluciones capaces de atender las causas del malestar. Llamó a las autoridades a mantener canales de diálogo activos y funcionales para avanzar en acuerdos que permitan resolver los problemas que originan las movilizaciones.