Robos y vandalismo afectan a todos

México desmantelado: el robo de infraestructura golpea a Guanajuato

En Guanajuato, el robo de infraestructura pública se ha convertido en un problema que afecta directamente a servicios básicos como la energía eléctrica, el agua y las telecomunicaciones. Cables eléctricos, fibra óptica, tapas de alcantarilla, medidores y piezas metálicas son sustraídos diariamente, generando daños económicos y sociales cada vez más graves.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública, el robo de cable aumentó un 306 % en los últimos cinco años, y Guanajuato se encuentra entre los diez estados con mayor incidencia. Municipios como Salamanca, León e Irapuato han registrado constantes reportes de cortes de fibra óptica y robo de cableado de alumbrado público, afectando colonias enteras y dejando sin servicio de internet y luz a cientos de familias.

EL robo es atractivo debido a que el cobre robado se vende en el mercado negro o en chatarrerías locales por precios que van de 150 a 1,500 pesos por tramo, dependiendo del material. Estos actos no solo provocan pérdidas económicas millonarias, sino también riesgos para la población: postes caídos, cables energizados y alcantarillas sin tapa se han vuelto escenas comunes.

Pese a los esfuerzos, los operativos y la vigilancia, la impunidad sigue siendo alta. En muchos casos, los responsables no son detenidos o son liberados por falta de denuncias formales.

El robo de infraestructura no solo desmantela redes y equipos, también socava la seguridad y la calidad de vida. Mientras no existan estrategias coordinadas entre autoridades estatales y federales, Guanajuato continuará siendo víctima de un delito silencioso que afecta la conectividad, la movilidad y el desarrollo de todo el estado.