Funcionarios municipales del Centro de Control Animal, perteneciente a la Dirección de Medio Ambiente, han llevado a cabo el sacrificio de varios perros comunitarios, desatando la indignación de ciudadanos y defensores de los derechos de los animales. La acción ha causado una ola de protestas, donde se exige al gobierno morenista un alto a esta práctica y un respeto efectivo por los derechos de los animales en situación de calle.
Se acusa a autoridades del sacrificio innecesario de cachorros y perros adultos, violando el reglamento estatal de protección animal. La protesta también ha incluido la destitución de Alfa Castillo, directora de Medio Ambiente, a quien los manifestantes acusan de falta de empatía.
Los manifestantes solicitaron se respete el plazo de 72 horas que marca la Norma 33 para que los dueños de perros puedan recoger a sus animales, así como el respeto al "perrito comunitario", una figura que representa a aquellos animales que viven en las calles y que, según los defensores de los derechos de los animales, deben ser tratados con dignidad y respeto, en lugar de ser objeto de crueldad.
Este llamado a la acción se produce en un contexto en el que la comunidad pide soluciones duraderas y humanas para el control de la población canina en las calles, exigiendo que se respete la ley y se detenga el sacrificio indiscriminado de animales.
A pesar de las campañas de esterilización, la situación de los perros en situación de calle sigue siendo crítica. En 2018, la cifra de perros en la vía pública se estimaba en 13 mi pero lamentablemente, esa cifra casi se ha duplicado en la actualidad.