Destinar esfuerzos a la salud mental de niños y adolescentes puede prevenir problemas futuros, aseguran especialistas
Cada vez son más frecuentes los casos de problemas conductuales y emocionales en niños y adolescentes, expertos coinciden en que destinar esfuerzos para mejorar la salud mental podría prevenir complicaciones más graves en el futuro.
Aunque existe la terapia psicológica, no siempre es accesible para todas las familias. Ante esta realidad, especialistas subrayan la importancia de actuar desde casa y de utilizar los recursos disponibles en el sector público.
Los padres de familia, maestros y cuidadores juegan un papel crucial. Estar atentos a los cambios en la conducta, estados de ánimo alterados, aislamiento social, bajo rendimiento escolar o explosiones de ira puede ser clave para una detección temprana.
En caso de no tener acceso a servicios privados, se recomienda acudir al sector salud.
Además, se pueden implementar acciones en casa para fortalecer el bienestar emocional de los niños y adolescentes, tales como:
En un contexto donde los desafíos emocionales aumentan, sobre todo tras los efectos de la pandemia y los cambios sociales, atender la salud mental desde el hogar y con apoyo institucional se vuelve una prioridad.